Baylor College of Medicine

¿Busca el regalo perfecto?

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A los miembros de la comunidad del Baylor College of Medicine:

(¿Tiene un(a) hijo(a)/nieto(a)/pariente/amigo(a) adulto(a) joven? Siéntase libre de compartir esta carta con ellos o de adaptarla para su propio uso):

Estimado(a) hijo/hija:

Felices 30 años. Por supuesto, y como siempre, tengo un regalo para ti. Este año, espero que tú también quieras darme un regalo: Ponte la vacuna contra el COVID-19.

Esto es importante para mí.

Antes que nada, me importa tu salud. Entiendo que como eres joven, es mucho menos probable que tú te enfermes de gravedad a causa del virus que yo o tus abuelos. Sin embargo, tu riesgo no es intrascendente.

Con tus 30 años, cuando sales por esa puerta hoy, tu riesgo de morir a causa de una infección con SARS-CoV-2 es casi el mismo que tu riesgo de morir en un accidente automovilístico. Por suerte, el riesgo de un choque fatal es muy bajo. Sigues tu rutina diaria sin pensar. Pero te abrochas el cinturón de seguridad cada vez que subes a un automóvil. Tu automóvil tiene bolsa de seguridad. No conduces si estás alcoholizado. Con suerte, seguirás las normas de tráfico. Tomas simples medidas preventivas para disminuir el riesgo verdaderamente bajo de un resultado trágico.

Pero también recuerda que la muerte no es el único resultado negativo. El COVID-19 no es solo un resfriado fuerte. Es cierto que muchas personas jóvenes solo tienen una enfermedad leve, incluso totalmente asintomática. Sin embargo, unos pocos terminan hospitalizados con complicaciones graves debido a la respuesta inflamatoria que afecta a algunas personas después de una infección con COVID.

Y como si eso fuera poco, ahora nos debemos preocupar por los síntomas de "COVID a largo plazo". Si te infectas, hay posibilidades considerables de que tus síntomas persistan durante semanas o meses: "niebla cerebral", menor tolerancia al ejercicio físico, falta de aliento, síntomas similares al TEPT, ansiedad, solo por mencionar algunos.

Cuando hables con personas que se hayan recuperado del COVID-19, acostúmbrate a preguntarles cuánto tiempo pasó antes de que se sintieran normales de nuevo (a menudo pasan varios meses). Estás demasiado ocupado/a; hay muchas cosas que quieres hacer en tu vida como para bajar la velocidad unos meses debido a un problema que puedes prevenir.

Y se puede prevenible. Fácilmente prevenible. Tampoco te estoy pidiendo que hagas algo difícil: perder peso, dejar de fumar, hacer ejercicio con frecuencia. Quiero que te pongas una inyección que es muy eficaz, increíblemente segura, muy accesible y gratuita.

Otra razón. Quiero que vuelvas a tener tu vida. Creo que tu generación la ha pasado realmente muy mal durante esta pandemia. Se mostró injustamente a la gente de tu edad como egoístas e ignorantes, incapaces de resistir la necesidad de estar hacinados en los bares. He visto tu experiencia en este último año, y sé que eso no podría estar más lejos de la verdad.

Dudo en utilizar la palabra "fácil" para describir mi experiencia el año pasado, pero si eres mayor, estás casado y puedes trabajar, no todo fue malo. Llegaba a casa, cocinaba o me traían la cena de algunos de los muchos restaurantes disponibles y decidía cuál era la próxima serie que quería ver en Netflix. Para mi generación, de alguna manera, la pandemia fue una oportunidad de profundizar las relaciones con nuestros seres queridos.

Tu experiencia fue completamente diferente. Las personas que tienen 20 o 30 y tantos aún están tratando de construir sus relaciones. Los amigos son fundamentales y reunirse con ellos era espontáneo. Ahora, las oportunidades de socializar son limitadas y requieren mucha planificación. Construir relaciones sociales en el trabajo es incluso más problemático, ya que muchos trabajan desde el hogar. Pregúntate esto: ¿Has hecho un nuevo amigo o amiga o has comenzado alguna nueva relación el año pasado? Para muchos, la respuesta es no. Creo que uno de los impactos subvalorados de esta pandemia fue el aislamiento social extremo de los adultos jóvenes.

La vacunación representa la oportunidad de recuperar la espontaneidad. Es tu camino de regreso a la interacción social, los viajes, los eventos deportivos y culturales, y las reuniones espontáneas no planificadas. No se trata de llenar los bares, se trata de recuperar una parte importante de tu vida.

Hasta el momento todo tiene que ver contigo: mantenerte sano o sana, recuperar tu vida. Espero que te hayamos enseñado al menos que el significado real de la vida viene de lo que das a los demás. Tu vacunación tiene un fin mucho más amplio. Tu ejemplo afecta a los que te rodean, quizás mucho más de lo que piensas. Nuestro camino más corto a algo más o menos parecido a nuestra situación normal pre-COVID es que se vacune la mayor cantidad de gente posible lo más rápido posible. En este punto, muchas de las personas que estaban ansiosas por vacunarse ya lo hicieron. Y es claro que la demanda comenzó a ceder.

Hay personas de tu edad que "dudan en vacunarse". No ven la necesidad, tienen preocupaciones difusas acerca de la seguridad, le preocupan los efectos secundarios pasajeros. También hay algunos muy pocos por ahí que están vehementemente (y en mi opinión, equivocadamente) en contra de las vacunas. Sus opiniones son amplificadas por la cámara de resonancia de las redes sociales. Además, aunque esto suene como una loca teoría conspirativa, aparentemente hay buena información de que ciertos gobiernos extranjeros están realizando una campaña de ciberpropaganda para generar dudas falsas acerca de la seguridad y la eficacia de las vacunas disponibles.

¿Cuál es la mejor forma de llegar a los que dudan y contrarrestar la desinformación? No es gritando más fuerte ni retuiteando algo bien redactado y devastador. Es a través de tu ejemplo. Piensa en cómo comenzó esta pandemia. En algún punto, una sola persona se infectó, quizás de un murciélago. Esa persona infectó a dos o tres más. Esos dos o tres infectaron a dos o tres. Las docenas se convirtieron en cientos, los cientos en miles. Ahora tenemos millones de infecciones.

Hemos estado viviendo una pandemia viciosa, necesitamos iniciar una epidemia virtuosa. Cuando te vacunas, eres un ejemplo a seguir para tu grupo de compañeros. Quizás, como resultado, uno o dos de tus amigos decidan vacunarse. Si uno o dos de tus amigos se vacuna, docenas se convierten en cientos, cientos se convierten en miles. Tu decisión pequeña e individual de vacunarte tiene un impacto mucho más grande del que piensas.

Por último, y quizás por una razón egoísta, quiero que te vacunes por nuestra familia. A pesar de que ya administramos la impresionante cantidad de mil millones de dosis en todo el mundo, parece que todavía estamos lejos de alcanzar la inmunidad de rebaño global. No estoy seguro de que podamos alcanzarla a esa escala.

Sin embargo, si el mundo no puede alcanzarla, estoy confiado de que nuestro pequeño rebaño familiar sí puede hacerlo. Cuando nuestra familia se vacune, podremos bajar la guardia un poco. Podremos retomar los rituales familiares. Podremos comenzar a celebrar bodas, nacimientos y cumpleaños casi como lo hacíamos antes. Podremos viajar de nuevo.

Por eso, en este cumpleaños (tu segundo cumpleaños en pandemia) comprométete a darte el regalo de la vacuna. Hazlo por ti. Hazlo por mí. Hazlo como un acto desinteresado por tu comunidad.

Siempre he estado orgulloso de ti y sigo estando increíblemente orgulloso de la persona en que te convertiste.

Feliz cumpleaños.

Papá

(Post Data: Empleé un poco de licencia poética aquí. Tengo dos hijas pero ningún hijo. Están completamente vacunadas. Estoy increíblemente orgullo de las personas en que se convirtieron.

Ahora que la pandemia parece haber alcanzado una tendencia prolongada, lenta y en descenso, comenzamos nuestro viaje de vuelta a la normalidad en las próximas semanas y meses. Desde hace más de un año escribo este mensaje todas las semanas. Les agradezco a aquellos de ustedes que se toman el tiempo de leerlo, y a aquellos con quienes lo comparten. Espero que haya sido una fuente de información confiable e imparcial. Espero que les haya llevado tranquilidad a algunas personas durante un año difícil. Como uno de mis pasos tentativos hacia la normalidad, voy a disminuir la frecuencia de mis mensajes de semanal a quincenal. Gracias por no rendirse conmigo).

Que sigan bien.

Dr. James T McDeavitt,
Vicepresidente Senior y Decano de Asuntos Clínicos

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